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Reducir, Reutilizar y Reciclar



" Perto do Ceo "  

Toma como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza,apostando por  el concepto de Reducir, Reutilizar y  Reciclar,  aplicando de esta forma  y en la práctica, el concepto de la Economía Circular.



1º - La compra de productos locales, cercanos , también denominados km 0.

2º - Introducción de cubos basureros de reciclaje domésticos,  azul, amarillo y verde de recogida de papel y cartón, envases ligeros y vidrio en el interior de la vivienda.

3º - Nuestros residuos orgánicos, irán destinados como alimento, principalmente para aves de corral, las mismas de las cuales obtendremos nuestros huevos caseros. " Tu basura vale un huevo "Se obtiene un huevo por cada kilo de restos consumidos por las aves de corral.

4º - La valorización del aprovechamiento energético: Ajustar el gasto energético también es actuar dentro de la economía circular, porque promueve el ahorro de energía. Una de las acciones que se  llevarán  a cabo es instalar las lamparas de las luces  de bajo consumo, usar la  lavadora o lavavajillas, única y exclusivamente cuando  sea muy necesario, y  modificar correctamente  el termostato de los electrodomésticos. Siendo estos evidentemente, electrodomésticos de ecodiseño con tecnologías que funcionan de una  manera más rápida ,eficiente y responsable con el medio ambiente.

5º - La utilización de  inodoro seco con elementos naturales,  que se denomina también composteros y están especialmente indicados para casas de campo o para lugares en los que se pueda usar de forma directa el compost generado por el retrete.

En este caso los contenedores del váter tienen elementos naturales –restos de frutas, verduras u hortalizas-  que contienen las bacterias y microorganismos  necesarios para provocar la descomposición de las heces y convertirlas en compost ecológico durante el tiempo que están almacenadas bajo la taza seca.

El sanitario seco con desviación de orina está diseñada para que la orina sea recolectada y drenada del área frontal del sanitario, mientras que las heces caen a través de un gran conducto (agujero) en la parte posterior. De acuerdo la tecnología de recolección y almacenamiento/tratamiento que se pretende adoptar, uno debe verter materiales de secado como tierra seca con ceniza, cal o aserrín, después de defecar.

6º - El reciclaje y la reutilización de ciertos residuos , como cartón y vidrio, para su utilización en talleres de reciclaje artístico, para la elaboración de nuevos y originales productos.

7º - Utilizaremos la energía de fuentes renovables en nuestro sistema de calefacción interna, a través de una estufa de biomasa. La opción más ecológica y eficiente. Funcionan con pellets, formados con materiales como el hueso de oliva, madera de pino o sarmiento de vid. Un material con alto poder calorífico y baja emisión de CO2.

8º - Obtendremos  la energía através de paneles fotovoltaicos, mediante los cuales aprovecharemos la energía del sol para generar electricidad. Esta servirá para alimentar el consumo eléctrico, del  jardín exterior y parte de las  instalaciones.

9º - Introduciremos la energía solar térmica como fuente para calentar  parte del  agua, para ducharse o cocinar , a través de captadores solares que generen calor.

10º - Daremos uso a la energía eólica, obteniendo a través del viento, energía que transformaremos en electricidad para la vivienda.



Calderas de biomasa y pellets. Las ventajas de la calefacción más ecológica




Las calderas de biomasa utilizan como fuente de energía combustibles naturales como los pellets de madera, huesos de aceituna, residuos forestales, cáscaras de frutos secos, etc. para generar calefacción (por radiadores, aire o suelo radiante) y agua caliente a una vivienda o edificio de viviendas. 

Es por ello que se las considera las calderas más ecológicas del mercado.

La base de su funcionamiento es similar a cualquier otra caldera: las calderas de biomasa queman el combustible (pellets, astillas, huesos de aceituna, etc) generando una llama horizontal que entra en la caldera. El calor generado durante esta combustión es transmitido al circuito de agua en el intercambiador incorporado en la caldera, con lo que se obtiene agua caliente para el sistema de calefacción o ACS. 

En ocasiones se confunden las calderas de biomasa con las estufas de pellets. Aunque ambos sistemas utilizan pellets como combustible, las estufas de pellets no cuentan con grandes potencias (suelen rondar los 10 kW) por lo que generalmente se utilizan a nivel doméstico para calentar estancias individuales o como calefacción adicional o de transición, así como para cubrir picos de demanda. 

Para optimizar el funcionamiento de la caldera de biomasa, podemos instalar un acumulador, que almacenará el calor de una forma similar a un sistema de energía solar.

Las calderas de biomasa necesitan un contenedor o silo para el almacenaje del biocombustible situado próximo a la caldera. Desde el mismo, un alimentador de tornillo sin fin o de succión, lo lleva a la caldera, donde se realiza la combustión. El combustible tipo pellet debe almacenarse con una inclinación de unos 45º para su correcta inserción en la caldera.

Al quemar biomasa se produce algo de ceniza, que se recoge generalmente de manera automática en un cenicero que debe vaciarse varias veces al año.

¿Qué tipo de caldera de biomasa elegir?

¿La selección de la caldera, del sistema de almacenamiento y del sistema de transporte y manipulación están condicionadas por la selección del tipo de biomasa a utilizar.

Algunas calderas permiten quemar más de un tipo de combustible (calderas de policombustible) mientras que otras deben trabajar con una forma de combustible concreta, como sería el caso de las calderas de pellet. En el caso de las calderas de policombustible requieren de una mayor capacidad de almacenamiento ya que son de mayor tamaño y potencia, generalmente destinadas a un uso industrial.

Las calderas de pellets, en cambio, únicamente se alimentan de combustibles uniformes tipo fluido específicamente diseñados para ellas (pellets) que se absorben a la caldera por medio de succión o tornillo sin fin.  Son las más comunes para potencias medias y para generar calefacción y agua caliente sanitaria mediante acumulador a viviendas de hasta 500 m2.

Muchos de los fabricantes de calderas convencionales disponen de calderas de biomasa de pellets de potencias entre 10 y 35 kW. Estas calderas disponen de un depósito intermedio de pellets y su funcionamiento está totalmente automatizado. El llenado del depósito intermedio puede realizarse de forma manual o desde un silo de pellets. Estas calderas pueden modular su potencia de forma sencilla y su rendimiento suele ser superior al 90%.

Las calderas de astillas suelen ser de potencias mayores y el número de fabricantes más reducido. En el caso de calderas de grandes potencias (> 500 kW), el diseño se suele realizar ex profeso para el combustible concreto que se vaya a utilizar, que puede ser cáscara de almendra, restos de hueso de aceituna, alperujo, etc. En cualquier caso, el funcionamiento de la caldera está totalmente automatizado y no requiere de la presencia de ningún operario.
Las nuevas calderas de condensación de biomasa consiguen rendimientos de hasta un 100% permitiendo un ahorro de combustible de hasta un 12% en comparación.

Por otra parte, el diseño de las calderas está condicionado por la humedad del combustible que se pretende quemar:

Calderas para combustibles secos. Se trata de diseños de calderas con baja inercia térmica y preparadas para soportar una llama relativamente intensa. Se llegan a alcanzar temperaturas muy elevadas en la rejilla pudiéndose cristalizar las escorias.
Calderas para combustibles húmedos. La parrilla donde se aloja la biomasa tiene alta inercia térmica. El diseño debe permitir el secado suficiente del combustible en la caldera para que la gasificación y oxidación sea completa y no se produzca humo negro.


Ventajas de instalar una caldera de biomasa

El precio de la biomasa, más estable

El precio de la biomasa no depende de mercados internacionales como los combustibles fósiles, por lo que es más estable en el tiempo además de ser más bajo comprando a granel. Es una energía más barata ya que se genera a partir de recursos locales. La biomasa es el combustible con el precio más competitivo para el usuario, y, por consiguiente, una caldera de biomasa aporta rentabilidad y confort económico.

La Asociación Española de Valorización energética de la Biomasa, AVEBIOM presenta cada año una comparativa de los precios del pellet y de los distintos combustibles de biomasa en su web.
Es una tecnología segura y avanzada.
Las calderas de biomasa utilizan una tecnología  segura y que requiere de un mantenimiento más sencillo.  
El alto poder calorífico de los pellets por unidad de peso, (alcanza las 4.100 kcal/kg) hace de este combustible natural una forma de energía rentable y renovable y aporta a la caldera de biomasa unos rendimientos caloríficos que alcanzan el 90%.
Además, ya empiezan a comercializarse calderas de condensación a base de biomasa. Con esta tecnología el rendimiento de la caldera de biomasa aumenta hasta un 105% permitiendo un ahorro de combustible de hasta un 12%.
Utilizan una energía limpia e inagotable
Emiten CO2 neutro, ya que proviene de combustible natural que se regenera. La extracción de biomasa forestal ayuda a la limpieza de los montes (previniendo incendios) y al uso de los residuos de las industrias, ya que utiliza residuos forestales o restos de industrias madereras.
La biomasa supone además una fuente de empleo en el ámbito rural y es respetuosa con el medio ambiente.
Inconvenientes de las calderas de biomasa
Menor poder calorífico
Comparado con combustibles fósiles, un kilogramo de pellet tiene la mitad de poder calorífico que un litro de gasoil. En una caldera de pellets, necesitaremos dos kilos de pellet o hueso de aceituna para producir la misma energía que un litro de gasoil.

Necesita un gran espacio para almacenaje

Un m3 de pellet pesa aproximadamente unos 650 Kg. Así pues, si en un año consume 2.000 litros de gasoil necesitará unos 4.000 Kg. de pellet o hueso de aceituna, lo que ocupará aproximadamente unos 6 m3. Las calderas de biomasa necesitan de un silo para el almacenaje del combustible situado próximo a la caldera. Este silo es recargado de forma periódica por el propio usuario o bien por la empresa dispensadora de biomasa contratada para ello.  
Calderas de biomasa para comunidades de vecinos
Varias son ya las comunidades de vecinos en España que han apostado por la biomasa para generar calefacción y agua caliente sanitaria en su edificio. El Móstoles, municipio de Madrid con más de 200.000 habitantes, una comunidad con 96 vecinos sustituyeron en 2011 la antigua caldera de gasóleo de 650kW y un consumo anual de 122.000 litros de gasóleo por una moderna instalación con pellets. Tal y como afirma AVEBIOM, con el cambio esta comunidad ha logrado, al menos, un 20% de ahorro anual con más horas de calefacción, con el mismo confort y amortizando unos equipos nuevos que, en 8 años, serán de su propiedad.

En qué consiste la energía de biomasa

La energía de biomasa consiste en la extracción de energía mediante la quema de materia orgánica.

¿Y cuál es la principal materia orgánica usada para esto? La madera, aunque, como veremos, no es el único combustible biológico que se utiliza.
Así que podemos considerar que la energía de biomasa fue, probablemente, la primera que utilizaron los hombres para darse calor y otros menesteres, como cocinar, producir herramientas, etc.
La biomasa ha ido creciendo en popularidad, porque muchas plantas de quema de carbón pueden aprovechar este combustible biológico de manera prácticamente directa. Eso permite que se puedan seguir utilizando, sin apenas modificaciones e inversión adicional.


Las fuentes principales de las que se obtiene energía de biomasa

La madera no es el único material biológico que se quema para la obtención de energía. También se utiliza basura y desecho que pueda ser aprovechable, y se está investigando en el uso de algas para un futuro.
Hay que tener en cuenta que, parte de la madera aprovechada para generar energía de biomasa, son desechos y restos de la explotación de madera para otros fines. Así, se queman ramas, árboles muertos y tocones (el trozo de árbol que queda enraizado e inservible tras la tala del tronco).
Del mismo modo, las partes de las plantas de las que extraemos alimento, pero que no son comestibles, se usan como biomasa.
También se engloba dentro de la energía de biomasa el biocombustible, ya que se produce con materia orgánica.
Para ello, se utilizan plantas que tienen azúcares, los cuales pueden ser fermentados para producir un alcohol denominado bioetanol, o bien plantas que producen aceite, lo que permite crear un biodiesel.
Estos biocombustibles se pueden utilizar en motores de combustión.




Los usos principales de la energía de biomasa

El uso más directo de la energía de biomasa es la generación de calor, que se suele utilizar en procesos industriales. También se emplea para la calefacción directa en las casas. Por ejemplo, una estufa de pellets es un aparato que utiliza la energía de la biomasa.
Esos pellets formados por desechos de madera son combustible de biomasa.
De forma derivada, se fabrica ese biocombustible para motores de combustión del que ya hemos hablado.


Es la biomasa una energía renovable?

Técnicamente sí, y así se considera por las Naciones Unidas y la Unión Europea, ya que el uso de las plantas para su quema puede ser repuesto con nuevos cultivos.
Algunos de esos cultivos, como caña de azúcar, cáñamo, etc, se están usando principalmente para la obtención de biomasa por sus propiedades ideales para la quema o fabricación de biocombustible.