En " Perto do Ceo" estamos concienciados con la salud, fomentamos un estilo de vida más natural y saludable .Por ello , en nuestra cocina, por encima de todo, tenemos productos de proximidad, principalmente locales , de cercanía, también conocidos como " productos Km 0 ". El consumo de estos alimentos, más frescos y con mayor sabor, brinda, asimismo, un apoyo a los pequeños productores de la zona y potencia el empleo regional, al mismo tiempo que reduce la huella ecológica.
Nuestro modo de consumo está muy ligado a la gastronomía sostenible, proceso que promueve la producción, preparación y consumo responsable de alimentos.
Los productos alimenticios asociados a su lugar de origen ofrecen beneficios a nivel económico y social para las Áreas Rurales, al mismo tiempo que promueven el desarrollo sostenible.
Beneficios de consumir ecológico y local
1. Consumir productos locales es beneficioso para nuestra economía local. Un euro gastado en productos cercanos genera el doble para la economía de la zona.
2. Los productos locales son más saludables y frescos. Los productos transportados a largas distancias pueden llegar a estar semanas en congeladores. Sin embargo, al comprar local estamos obteniendo un alimento cosechado en el momento óptimo de maduración y poco antes de ser comprado, lo que significa que los alimentos tienen más nutrientes.
3. La comida ecológica y local sabe mejor. Un producto recolectado ayer tiene mucho más sabor y propiedades nutricionales que uno recolectado hace semanas y que ha sido madurado y mantenido artificialmente en cámaras.
4. Comer de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes. El transporte de los productos de lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático, haciéndolo insostenible.
5. Apoyar el mercado de agricultores. La compra en el mercado local de agricultores, aunque sea muy pequeña, ayuda a los agricultores locales y los pequeños productores a sobrevivir y prosperar.
6. Impides oligopolios. El 80 % de los productos que se distribuyen en España lo controlan 5 empresas las cuales hacen y deshacen en cuanto a precios finales y en cuánto se produce y cómo. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra este oligopolio y ejercer nuestro derecho a una soberanía alimentaria.
En conclusión, los alimentos de cercanía y estacionales permiten consumir alimentos frescos y de mejor sabor. Requieren cadenas cortas de distribución, con menor emisión de gases con efecto invernadero. Al consumir este tipo de alimentos, promovemos la agricultura y la economía local en el medio rural y nos aseguramos una dieta variada que fomente la agrodiversidad.
Nuestra dieta atlántica
Su composición es similar a la dieta mediterránea , sobre todo en lo que se refiere a la incorporación de grasas saludables y de hidratos de carbono complejos, pero la dieta atlántica, es rica en pescados de río y de mar, así como en mariscos ( moluscos y crustáeos ).De hecho, se recomienda el consumo de pescado al menos tres veces por semana. Los pescados frescos que consumimos en Galicia , provienen directamente de un mar «frío, violento y con una renovación o regeneración constante» que aporta, no solo un sabor diferente al pescado, sino un aporte de vitaminas y minerales particulares que son beneficiosos para la salud.
Otra de las claves de nuestra dieta atlántica es que prima los alimentos de temporada, frescos y locales; y deja de lado los productos ultraprocesados. Predominan en nuestra dieta los alimentos de origen vegetal como las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales, lo que hace que sea rica en fibra. Merecen una especial atención las patatas, las castañas, las nueces, las manzanas, y los cítricos. Además mantenemos el consumo de los vegetales del género «brassica», de acuerdo a los hábitos de producción y consumo (repollo, berzas, grelos y nabizas), además de judías, pimientos, cebollas, zanahorias, guisantes y ajos.
Nuestro consumo de carnes es muy moderado y nunca es solitario, formando platos a base de verduras, legumbres o patatas, nunca como monoplato.
El uso de aceite de oliva, sobre todo en crudo para aliñar o aderezar los platos, es otra de las señas de identidad de nuestra dieta atlántica. Algo que además está vinculado con una mejora de la salud cardiovascular. " A muchas personas le llamará la atención este dato, pero es algo confirmado: en Galicia consumimos en líneas generales una mayor cantidad de aceite de oliva virgen que en el resto de España." Este aporte de ácidos grasos monoinsaturados está vinculado con la contribución de esta fórmula al descenso de peso y la mejora de la salud cardiovascular.
La presencia diaria de lácteos (leche de vaca, quesos, leches fermentadas) también se incluye en el decálogo que define las bases de nuestra dieta atlántica. «Son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas. El consumo de leches fermentadas está asociado a una serie de beneficios para la salud al aportar microorganismos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal»
En cuanto a las preparaciones culinarias,en nuestra cocina de dieta atlántica prima los cocidos, el vapor ,el guiso y la brasa, frente a los fritos.
Nuestro estilo de vida atlántico fomenta el consumo de alimentos de proximidad y contempla además beber abundantes líquidos, preferentemente agua e infusiones y practicar actividad física a diario. En conjunto, su aporte proteico es mayor al de la dieta mediterránea, aporta una mayor saciedad, además de nutrientes como el hierro de origen animal, el calcio de los lácteos y la vitamina B12.
Perto do Ceo es sinónimo de Sabor, Tradición y Autenticidad.